Mal presagio
17 de noviembre de 2006. Sigo un poco con la misma sensación de tener la vista espesa y pesada. Qué extraño otoño, y qué extraño aire, que me hace frotar los ojos todo el tiempo para enfocar bien. Más que frotarme los ojos, hago un pequeño truco que conozco desde pequeño, y que me sirve para humedecer los ojos. Los cierro y los entorno un momento, y luego vuelvo a mirar. Todo cobra entonces mayor nitidez. Pero esta sequedad parece más difícil de solventar de lo habitual. Y es que estoy con el último par de lentillas, y encima ya pasan del mes. Ahora mismo llamaré para encargar otro paquete de lentillas. A ver si lo tienen para el lunes.
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