El vuelo de las moscas cojoneras

Las miodesopsias o 'moscas volantes' son opacidades que se forman a veces en el vítreo del ojo y tienen carácter permanente. Para quienes las tienen, se perciben como sombras que pululan por el campo visual, a menudo comparadas con puntos, hilos o telarañas. La oftalmología las considera por sí solas un problema menor. Hoy en día, no las trata porque no dispone de un remedio eficaz; no obstante, sostiene que se dejan de percibir con la costumbre. Cuestionada esta afirmación por muchas personas, este blog nace para comprobar su veracidad sobre mi caso particular. Pero no persigue una experiencia científica, sino expresiva.
[Aviso: ÉSTE NO ES UN BLOG DE MEDICINA. Para leer una descripción médica de las miodesopsias, visita este enlace.]

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11/11/08

Por qué


No cabe duda de que
tienen que existir causas y cúmulos de causas para las moscas volantes. Tampoco cabe duda de que, con el tiempo, la ciencia conocerá más la mecánica de su aparición y, quizá, reconsidere la conmoción que pueden llegar a producir. Entretanto, nosotros hacemos un pequeño sondeo profano, y ponemos en común nuestras intuiciones, porque es normal que las tengamos.

Hoy, y
sin querer condicionar la votación de la encuesta, me gustaría decir cuál es mi postura. Se me ha ocurrido hacerlo a raíz de un suceso de esta mañana. Resulta que estaba viendo con mis compañeros unas fotos de una cena que hicimos hace cinco años. No lo había pensado hasta hoy pero, al ver aquellas fotos, me descubrí sorprendentemente más viejo, con los rasgos sutilmente modificados. Me pregunté entonces por qué.

Y seguramente haya alguna razón. Me miro al espejo y veo una arruga. Y digo: ¿por qué? Supongo que hay una causa concreta para esa arruga, para ese pequeño cambio de textura en la piel aquí y allí. Quizá un día me saltó una minúscula gotita de aceite, o quizá otro día me rasqué demasiado, o no bebí la suficiente agua durante 2006, o madrugaba mucho durante 2007 o, quizá, si no huebiese tenido moscas volantes no me hubiese preocupado tanto y no me hubiese salido esa arruga.

Las cuestiones de la vejez, del deterioro físico, las que no tienen que ver directamente con una enfermedad concreta, son así de sutiles.
Y analizarlas gramaticalmente, aislar cada una de sus partículas suele ser como cavar un hoyo para meter el mar dentro. Algo siempre se le puede arañar al misterio, concretando alguno de sus factores ("el tabaco"); pero esos factores, por sí solos, nunca son suficientes. Son muchos los elementos que están en relación. La vejez que nosotros obtenemos es el producto de infinidad de factores que se interrelacionan sutilmente, los cuales sólo controlamos en un porcentaje ínfimo.

Pues bien, para mí, y hasta donde he aprendido sobre miodesopsias,
la mecánica de la degeneración vítrea no dista mucho del decaimiento de la piel de nuestra frente, que se produce en distinto modo y momento en cada persona. Considerado así, yo personalmente desisto de señalar que mis moscas volantes me aparecieron porque un día me entró champú anticaspa en los ojos, o porque fumo diez pitillos al día.

¿Qué opináis vosotros?