El vuelo de las moscas cojoneras

Las miodesopsias o 'moscas volantes' son opacidades que se forman a veces en el vítreo del ojo y tienen carácter permanente. Para quienes las tienen, se perciben como sombras que pululan por el campo visual, a menudo comparadas con puntos, hilos o telarañas. La oftalmología las considera por sí solas un problema menor. Hoy en día, no las trata porque no dispone de un remedio eficaz; no obstante, sostiene que se dejan de percibir con la costumbre. Cuestionada esta afirmación por muchas personas, este blog nace para comprobar su veracidad sobre mi caso particular. Pero no persigue una experiencia científica, sino expresiva.
[Aviso: ÉSTE NO ES UN BLOG DE MEDICINA. Para leer una descripción médica de las miodesopsias, visita este enlace.]

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16/3/07

Gafas de sol


Rara vez he usado gafas de sol. Me gustaba la luz, y cuando hacía un día de sol disfrutaba de salir a la calle con los ojos bien abiertos, recorrer el horizonte, sentir el calor de la luz y los colores allá en las profundidades del alma. Mirar al sol casi de frente, y ver desintegrarse los contornos, vaporizarse las formas.

Entonces, el otro día reparé en la cantidad de gente que usa gafas oscuras apenas se asoma un poco el sol a finales de invierno. Me pregunté si sería por estética, por necesidad o por gustos visuales. Me respondí que poco importa. Pensé entonces que si tanta gente se pone gafas por gusto, podría empezar a hacerlo también yo.

Pues creo que lo que uno disfruta no es la capacidad de ver en sí. Sino aquello que se ve. Y disfrutar con lo que se ve es sólo cuestión de práctica. Supongo que, de haber nacido con las moscas, hoy tendría gustos visuales parecidos.

El cambio, no obstante, sobre todo si es tan repentino, obliga casi a olvidarlo todo, y aprender a ver otra vez. Volver a encontrar la belleza en otros hábitos. A menudo, renunciar a unos hábitos mantenidos durante años es lo que más lastra el terminar una relación de pareja. Y esto de debe de ser parecido.

Dicen que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde. Yo estoy orgulloso de no haber seguido esta norma. De haber disfrutado activamente de una visión límpida y transparente en tanto la tuve, y fueron bastantes años, al cabo, donde cada mirada fue intensa. Pero hay un tiempo para todo, un principio y un fin.

Y ahora empieza otra cosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno ustedes pueden agradeser que disfrutaron su vista por muchos años, yo solo por 17 estoy mui joven para perder campo visual, es orrible tener esta enfermedad, e estado pensando y creo k me arriesgare a la operacion.

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